Las búsquedas de hoteles se dispararon un 142% durante el fin de semana tras el anuncio del presidente Pedro Sánchez de que España abriría sus fronteras a los turistas extranjeros a partir de julio.
Con una población de 47 millones, España fue inicialmente uno de los países más afectados del mundo con casi un cuarto de millón de casos y 28.600 muertes. El país se está desacelerando al salir de uno de los bloqueos más estrictos de Europa. Las drásticas medidas implementadas por el gobierno han sido en gran medida efectivas con la cantidad de nuevas infecciones diarias que cayeron de su máximo de 9,000 en marzo a 428 a partir del sábado 23 de mayo.
La seguridad va primero
El presidente prometió que el gobierno garantizará la seguridad de los visitantes y locales por igual. Sin proporcionar muchos detalles de cómo funcionaría esto, indicó que España solo estaría abierta a turistas de “destinos seguros” que no pondrían en riesgo a la población local. Detrás de escena, el gobierno ha estado trabajando arduamente con la Unión Europea para establecer procedimientos de seguridad que faciliten la llegada de turistas de los vecinos del norte de España.
Unos 83,7 millones de turistas visitaron España en 2019, el segundo destino más popular del mundo, aportando 92 mil millones de euros (12% del PIB) a la economía. Inicialmente, el gobierno español planeaba el turismo local para salvar la economía, pero con la presión masiva de las empresas del sector, ahora se han movido hacia la apertura del país a los visitantes extranjeros.
El plan de 4 fases
España ha estado siguiendo un plan de cuatro fases para la transición del país hacia un retorno a la normalidad. El marco para relajar las restricciones comenzó el 4 de mayo y durará ocho semanas hasta finales de junio. El proceso de desescalada de cuatro fases dependerá del progreso de las diferentes regiones para combatir el virus.
Para varias regiones, la Fase Cero y la Fase Uno están ahora completas y pasan a la Fase Dos. Se deben cumplir varios criterios, incluida la capacidad de evaluar, rastrear y aislar casos sospechosos rápidamente. La tasa de nuevas infecciones también debe ser inferior a 10 por cada 100.000 habitantes.
En Andalucía, Sevilla y Cádiz han pasado a la Fase Dos, mientras que la Costa del Sol (Malaga) y Granada permanecerán en la Fase Uno durante otros siete días. Andalucía continúa registrando la tercera tasa más baja de infección entre todas las regiones españolas.
La fase dos significa que a las familias se les permitirá salir juntas a caminar mientras mantienen el distanciamiento social con otros grupos. Las playas estarán abiertas para nadar y bañarse, pero se implementarán controles de acceso para limitar el número de personas y garantizar el mantenimiento de perímetros de seguridad de dos metros. Las tumbonas deberán limpiarse y desinfectarse entre usos. Los bares y restaurantes deben limitar la ocupación entre el 30% y el 50% de su capacidad habitual solo con servicio de mesa. Los centros comerciales ahora pueden reabrir, siempre que la capacidad se limite al 30%, y no se permita a los clientes propagarse en zonas comunes, aparte de trasladarse de una tienda a otra. Los hoteles pueden reabrir áreas comunes, pero la capacidad debe limitarse al 30%.
Al ingresar a las Fases tres y cuatro, se verán aumentos graduales en la capacidad de tiendas, restaurantes, bares, hoteles y playas con clubes nocturnos que también se abren lentamente, pero todo dependerá de la caída continua en el número de nuevas infecciones.
Una Nueva Normalidad
Los turistas pueden estar seguros de que la seguridad será la piedra angular de cualquier reinicio de visitantes al país. Los establecimientos como hoteles, resorts, bares y restaurantes deberán obtener un certificado que indique que cumplen con COVID, una especie de sello de seguridad aprobado por el gobierno. Además, espere medidas sanitarias estrictas para playas y piscinas. Las aerolíneas parecen estar preparándose para un regreso con Easyjet planeando vuelos a partir de junio y Ryanair comenzará a volar en julio.
En general, es un paso enormemente positivo para la industria del turismo en España, dado que más del 13% de la población activa está empleada en el sector, y las cosas han estado prácticamente paralizadas desde marzo.
Para mi propio negocio, después de una caída drástica en las consultas de propiedades en abril, ha habido un fuerte repunte en mayo con la gente cada vez más segura de que las cosas vuelven a la normalidad. Una segunda ola podría deshacer todo el progreso, pero espera que los gobiernos sean muy conscientes de esto y hagan todo lo posible para evitar tal escenario.
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