No hay nada como caminar por la costa para levantar el ánimo. El océano no solo realza la belleza del mundo natural, sino que hay pruebas científicas de que una vista al mar puede reducir nuestro ritmo cardíaco y mejorar nuestro bienestar.
Donde
El camino costero que corre entre la Torre de Guadalmesi (Algeciras) y Tarifa es la manera perfecta de refrescarse mientras descubre calas escondidas y playas desiertas salpicadas a lo largo de esta gloriosa costa mediterránea.
Durante años, este camino ha servido a los granjeros locales que mueven ganado entre Tarifa y Algeciras, y no es raro encontrar ganado en el camino. La caminata en sí es de unos 9 km y tarda aproximadamente 2,5 horas en completarse. El camino se extiende a través de matorrales costeros a pocos metros tierra adentro del mar, con la increíble costa del norte de África visible a través del estrecho.
Naturaleza
La vida silvestre es abundante y se espera encontrar burros, ovejas y cabras pastando en los exuberantes campos de arriba. El Estrecho de Gibraltar es famoso por su migración de cigüeñas y rapaces, y el paseo costero está idealmente situado para disfrutar de este fenómeno dos veces al año. Además de estas aves, hay muchos otros residentes de verano e invierno como Booted Eagles, Buzzards y Griffon Vultures, por nombrar algunos. En un buen día, también es posible ver la extraña superficie de la ballena piloto en busca de aire, mientras que las manadas de delfines son bastante comunes en el estrecho.
Puntos de referencia
Es difícil no perderse los numerosos bunkers y fortificaciones que se extienden a lo largo de la costa. Después del final de la Guerra Civil española, el nuevo gobierno español bajo Franco tuvo como prioridad garantizar la integridad de sus fronteras. Esto llevó a la construcción de un sistema de búnkers y nidos de ametralladoras entre Conil de la Frontera y el río Gaudiaro, aunque la bahía de Algeciras se convirtió en la más fortificada debido a su proximidad a Gibraltar. La mayoría de los bunkers están totalmente abandonados hoy pero están protegidos por la ley española.
Otro hito notable que domina el horizonte a lo largo del camino son los pilares de Hércules. Se dice que el pilar del norte es la roca de Gibraltar y el pilar del sur es el magnífico Jebel Moussa al otro lado del estrecho en Marruecos. Los pilares son legendarios por haber sido colocados por el gran Hércules y dominan el paisaje.
A medida que el camino serpentea hacia el final, aparece la Torre de Guadalmesí, que tiene unos 15 m de altura, que es el punto final de la caminata. Durante el reinado de Felipe II, la costa mediterránea estaba bajo la amenaza constante de los piratas berberiscos. Para proteger la costa, Felipe ordenó la construcción de muchas torres de vigilancia para alertar a los habitantes locales de cualquier ataque pendiente. La Atalaya de Guadalmesi fue construida para cumplir este propósito y aún hoy se mantiene en pie.
Al firmar, definitivamente es uno de los paseos más pintorescos a lo largo de la Costa del Sol y es especialmente hermoso en primavera cuando la naturaleza está en plena floración.
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